VII Edición 2016

Edición Año 2016

La cocina romana, la degustación del “mvlsvm” (vino romano) y las recreaciones castrenses protagonizaron La VII Emerita Lvdica, el festival que anualmente recupera la vida de la antigua Roma en Mérida, que ostentó en 2016 la Capitalidad Iberoamericana de la Cultura Gastronómica. Este año se hace cargo de la organización el Ayuntamiento de Mérida.

Para ello, la programación de esta séptima edición potenció la Ruta de la Tapa Romana “Sentia Amarantis”, con la que se rememoraron los platos consumidos por los romanos, además de algunas recetas utilizadas en la Antigua Grecia. El establecimiento ganador del concurso fue ‘Trasiego’. 

El Templo de Diana fue escenario de una novedosa actividad y se ofreció al público un “showcooking, cocina romana en vivo” a cargo del chef Juan Sanguino, especialista en gastronomía romana.

Entre las novedades de este año destacaron la celebración de unas Jornadas Técnicas sobre la antigua Roma, que se realizaron en el Museo Nacional de Arte Romano y la desaparición de la “Noche en Blanco”.

La fiesta se inició con la ya tradicional “Entrada de las Legiones romanas” en la ciudad, y las actividades se centraban posteriormente , como cada año, en el entorno del Templo de Diana, con mercados artesanales y tabernas romanas, que ofrecían platos típicos de la cocina de aquella época.

Durante el VII Emerita Lvdica, se disputaron luchas de gladiadores aunque el lugar este año era la Plaza de Toros, se hacían ritos en el Templo de Diana, el Foro se llenó de vida recreando escenas de la vida cotidiana de Augusta Emerita, los legionarios entraron por el Puente romano en la ciudad y hubo constantes recreaciones de la vida cotidiana de una ciudad romana.

La programación contó con las novedosas jornadas técnicas en el Museo Nacional de Arte Romano, donde se impartieron conferencias como “Roma: la historia de los sabores, sabores con historia”, o “La medicina en Augusta Emerita” entre otras.

Como resultado de esta edición marcada por la gastronomía romana surgió el binomio, Mérida – Emerita; una ciudad antigua sumada a una ciudad moderna que mira a su propia antigüedad, entendiendo que es un activo para el presente y su futuro, dando la entidad, el color y sabor de una Mérida en fiestas.